La vista es uno de los sentidos que motiva a los bebés y niños pequeños a acercarse a una persona u objeto y descubrir lo que hay allí. Un niño pequeño con una discapacidad visual descubrirá el movimiento, interactuará y comenzará a memorizar su mundo, si lo ayudamos a motivarlo para que se mueva. Antes de que un niño se arrastre o gatee por la habitación, necesita mucha práctica con la cabeza, los hombros, las rodillas y los dedos de los pies. Aprende sobre el movimiento de sus brazos y piernas cuando lo visten o cuando le ponen loción para bebés después de un baño. ¿Cómo se siente moverse a través del espacio? ¿Bailando con papá? ¿Extender las manos o los pies para tocar un recipiente de metal? Deja que descubra el juguete, ¡o te descubra a ti!, justo fuera de su alcance.
Cuando un niño mueve la cabeza, las manos, los pies o todo el cuerpo, nos dice lo que le interesa o lo que tiene cuidado de tocar. Necesitamos establecer zonas de seguridad donde las manos y los pies pequeños tengan la oportunidad de descubrir cómo funcionan las cosas, una y otra vez, hasta que el niño tenga confianza en sus propias habilidades y en la previsibilidad de lo que lo rodea.
